martes, noviembre 05, 2019

Distinción del Senado de la Provincia y el Círculo de Periodistas de La Plata

La Honorable Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires y el Círculo de Periodistas de la ciudad de La Plata tuvieron la gentileza de otorgarme la distinción "GESTOR CULTURAL BONAERENCE".
Tomás Listorti-Andrés Mazzitelli- Franco Mazzitelli
El evento tuvo lugar en el Anexo del Senado, y estuvo organizado y conducido por mi amigo, el periodista Guillermo Cavia. Fue el sábado 14 de Septiembre en el marco del Homenaje al escritor Pedro Bonifacio Palacios ALMAFUERTE, con la presentación como broche del grupo TROVA DOS y su espectáculo literario y musical NO TE DES POR VENCIDO NI AÚN VENCIDO" y fue un muy grato momento, por el estímulo que genera este tipo de reconocimientos, que llega sin esperarlo, en un año difícil pero fructífero para mí, por ser el año del estreno de otra de mis obras de teatro (RECUÉRDAME POST IT), además de poder realizar numerosas actuaciones como músico también. También fue oportunidad de encontrarme con viejos amigos como el bandoneonista-fotógrafo Luiggi Rizzi, que sacó las mejores fotos que se publican en este post. También con mi hijo Franco (que se vino desde Bs As para acompañarme en el evento) y mi ahijado Tomás Listorti, que reside en La Plata y también.

Otro tresarroyense compartió conmigo esta distinción: Carlos Cellerino, periodista que reside en La Plata y conduce el programa de TV "LOS COMUNES". De modo que lo pasamos excelente y aquí comparto algunas fotografías.
Juan Carlos Cellerino-Andrés Mazzitelli

Franco Mazzitelli-Andrés Mazzitelli-Tomás Listorti


Programa del Evento
Programa del Evento


Guillermo Cavia (Conducción y Organización)
Andrés Mazzitelli-Gestor Cultural Bonaerense





Auditorio NUNCA MÁS-Espectáculo TROVA DOS

jueves, agosto 29, 2019

Pedrito debuta en Primera 2019


Pedrito debuta en Primera”
(Andrés Mazzitelli)
Premio Certamen Literario Diario La Voz del Pueblo de Tres Arroyos Noviembre de 2009
(Inspirado en un hecho real sucedido en la localidad de Oriente, Partido de Coronel Dorrego, Provincia de Buenos Aires a Pedro Brendell y Juan Gianechini )

                         Pedro no era Pedro, como todos los Pedros, sino que era Pedrito.
                        El diminutivo era más bien como un rótulo, como un aviso, cariñoso, pero rótulo al fin.
                     Si alguien del pueblo llamaba a la farmacia de Juan pidiendo una entrega a domicilio, Juan decía al teléfono “Ahí te lo mando a Pedrito”. Juan no tenía delivery, sino que lo tenía a Pedrito. El cartel de la vidriera no decía delivery, aunque hubiera resultado más corto y menos trabajoso de pintar. Decía “Entregas a domicilio”. La bicicleta apoyada contra el árbol de la vereda daba fe que Pedrito estaba de turno. Era un trasto de color indefinido con un canasto atado con alambres al manubrio. Y no estaba encadenada al árbol. En este pueblo nadie iba a robar una bicicleta y menos la de Pedrito. Estaba apoyada, tal como la dejaba Pedrito después de algún encargue, en un ángulo imposible, desafiando las leyes del equilibrio. 
Banco de suplentes de EL QUEQUÉN
Pedrito(Sentado en el botiquín) Juan (encendiendo un cigarrillo)
                     Además de hacer algún mandado con propina y tomar mate en la Farmacia de Juan, Pedrito por la mañana trabajaba formalmente en la Panadería Modelo de Adrián. Era bueno amasando, y particularmente voluntarioso y entusiasta. Le cambiaba el brillo de los ojos cuando se sentía útil haciendo algo. Por eso y por su pasión por el fútbol, Juan lo empezó a incluir como utilero de Club El Quequén de Oriente. Juan era el técnico del equipo desde hacía años. Este año El Quequén no había tenido una buena campaña, pero había mantenido sus chances de meterse en el Octogonal.

                  Pedrito ayudaba con las bolsas de lona desde la camioneta hasta los vestuarios. Como no tenía mucha fuerza, su tarea a veces era simbólica, pero estaba ahí, siempre atento a levantar algo si se caía en el camino. Siempre tenía cuidado de evitar la bolsa más pesada, la de los botines, botiquín y bidón de agua, pero cargaba la más liviana, la de las casacas, pantalones cortos y medias. Se la echaba al hombro como si fuera un bombero rescatando a una víctima asfixiada, y corría con el bulto como si hubiera apuro, justo aquí, donde nadie se apuraba, donde con frecuencia había que esperar al árbitro y a los jueces de línea que venían de pueblos vecinos. Juan llevaba el portafolios con la papelería y una estufa eléctrica, porque los cambiadores eran el polo, en cualquier época del año.
En los vestuarios, que siempre olían a orín y humedad, Pedrito dejaba la indumentaria lista para cada jugador, con esmero franciscano, sobre los bancos de madera. Se había integrado de tal modo que cuando se pescó una neumonía y estuvo ausente dos fechas todos preguntaban por él.
Pedrito con Diego
       Excepto el entredicho que tuvo con el Tero Sosa hace ya casi dos años, nunca tuvo problemas con nadie del plantel.
        El Tero Sosa era un centro delantero que vino a préstamo por 6 partidos cuando El Quequén estuvo a punto de perder la categoría. Había arreglado con El Quequén a cambio de unos pesos y una pick-up usada que donó la Comisión. Era un sujeto oscuro y engreído, cuyo pergamino mayor consistía en haber jugado una promoción a Primera B Nacional con San Martín de San Juan. Estaba en curva descendente, pero se sentía una estrella en medio del modesto plantel de El Quequén. Una tarde le gritó “Apurate, mogólico!” a Pedrito, que se le había ocurrido pasar betún a los botines de todos. Se hizo un silencio espeso en el vestuario. El Tero Sosa sintió 15 miradas que lo apuñalaron, pero ni su rusticidad emocional ni su vanidad de cromo-nikel le permitieron advertirlo. La voz de Pedrito sonó apenas como un susurro tímido, doloroso: -No soy mongólico...Solo tengo un atraso madurativo.
Juan le había enseñado esa expresión, y la había practicado tardes enteras, aunque nunca la había usado hasta ese día.
-Lo que sea- ladró el Tero Sosa, y se calzó los botines lustrosos como espejos. Inútilmente, por cierto, porque esa tarde no le dieron un solo pase. Solo tocó 3 veces la pelota: un rebote y dos laterales que tuvo que molestarse en ir a buscar. No duró ni 4 fechas. Se fue mascullando, con algo de dinero y sin la pick-up.
El Quequén se salvó igual del descenso ese año, y hoy jugaba la última fecha del torneo Preparación, contra Independiente. Ninguno de los dos tenía chances de nada, ni buenas ni malas. Era un sábado helado, en todo sentido. Hasta el sol parecía desganado a la hora de asomarse. Se dejaba hundir por unas nubes gris plomo, como de nieve.
En el entretiempo, Juan se acercó al árbitro.
Pedrito en la formación de EL QUEQUÉN
-Escuchame: ahora antes que termine lo voy a poner a Pedrito.
El árbitro enarcó la cejas.
-No, Juan. No se puede, imaginate que presentaran una queja los de Independiente. Me sacan la licencia...
-Ya hablé con el técnico de Independiente y no tiene problema. Lo pongo un rato. Tu úlcera cómo sigue? Mejoró con la caja de Mylanta que te mandé?
El árbitro pensó un momento. Miró por sobre el hombro de Juan. Pedrito estaba acomodando los bidones de agua en el banco de suplentes. Miró a Juan y no dijo nada, pero sonrió y se fue trotando al centro del campo, para iniciar el segundo tiempo.
A los 35 minutos Juan giró la cabeza y dijo las palabras inolvidables: -Pedrito, hacé la entrada en calor que vas a ingresar por el Turco.
Pedrito miró hacia atrás, como si hubiera otro Pedrito y el no lo supiera. Los ojos como dos soles juntos:- Yo, Juan?
-Si, vos. Tenés la ropa en el vestuario. Dale, que el Turco está con una contractura.
Pedrito se incorporó como en trance. Cuando entró al vestuario había un equipo completo, flamante, esperándolo en el banco de madera. Algo, como una ola cálida le oprimió el pecho y la garganta. En 45 segundos estaba elongando al lado del alambrado.
- Cambio, Juez!- gritó Juan desde el borde de la línea de cal. El Cuarto Árbitro revoleó los ojos. Hubo un cruce de miradas. Por fin, se alzó el cartel de chapa con los dos números.
-A ver los botines, Pedrito- dijo el Cuarto Árbitro, chequeando los tapones como dice el Reglamento.
- Pedrito, no: Pedro- corrigió Pedrito con el pecho que le explotaba.
-Bueno, Pedro!-sonrió el Cuarto Árbitro y le dio una palmada en la espalda.
El Turco salió rengueando y entró Pedro, no Pedrito. Y se quedó cerca del lateral izquierdo, como Juan le había indicado, atento a la subida del 4 de Independiente. Pero el juego no llegó ni una sola vez a su sector.
Pedrito y personal del Hogar donde vivió sus últimos días
A los 44 hubo un tiro libre cerca de la media luna.
- Vos, Pedrito...- dijo el capitán de El Quequén, el Negro Ávila.
Y pateó Pedrito.
La pelota pasó más cerca del banderín del corner que del arco mismo, pero hubiera sido magnífico que tomara comba, cara interna, y se elevara por sobre la barrera, para luego bajar y meterse en el segundo palo, arriba, en el rinconcito, agitando la red incluso antes que el arquero cayera al pasto en su intento desesperado por evitar lo inevitable. Hubiera sido grandioso.

         Dos minutos después, el árbitro pitó el final.
Pedro se cambió rápido y cargó como siempre los 3 sacos de lona a la camioneta. En el último viaje se cruzó con Juan y lo detuvo. Parecía que se le amontonaban un millón de palabras juntas, pero solo dos asomaron: - Gracias, Juan.
- De nada, Pedro. Acordate de llevarle la caja de Buscapina a  Uzlengui. Ah, y que los cumplas feliz.
        Pedro montó la bicicleta de reparto con la noche ya cortando el horizonte. Se secó las lágrimas con el antebrazo y embaló sobre los pedales con premura, como si hubiera apuro.
Justo aquí, que nadie se apuraba...
Pedro Brendel

Andrés Mazzitelli

BROWN 998 – TRES ARROYOS

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miércoles, agosto 07, 2019

RECUERDAME POST IT-TEATRO


 SE ESTRENA LA OBRA DE TEATRO “RECUERDAME-POST IT”
El domingo 18 de Agosto a las 19, en la sala Ricardo Listorti del Centro Cultural La Estación tendrá lugar el estreno de “RECUÉRDAME-POST IT” la nueva obra de Andrés Mazzitelli, también autor de la exitosa y premiada “POR HOY DEJAMOS ACÁ” (2010-2015)
Integran el elenco, además del autor, la actriz Silvia Meleiro y el actor y músico Jorge Ferrer, a quienes se suman con sus voces Patricia Fernández y el conocido periodista radial Omar Alonso.
Octava en el historial del autor, la obra transcurre en un futuro cercano, en un mundo ambiguo que se debate entre la euforia tecnológica por la invención de la Memoria Cuántica (una suerte de memoria global colectiva) y atentados terroristas cada vez más destructivos. Con ese telón de fondo, un profesor y escritor de Historia retirado debe luchar para probar sus facultades mentales frente a la ley y no ser arrancado de su casa-refugio al lado del mar. Potentes y transversales son las temáticas que aborda la obra, donde el humor está siempre latente. El soporte técnico con que cuenta la pieza teatral es encabezado por Damián López (Diseño de sonido y operación de luces y sonido), Virginia Rossi (Ambientación y escenografía), Leticia Fernández (Fotografía), Brenda Martínez (Vestuario), Héctor Somovilla (Maquillaje), Luis Granda (Luces), con la colaboración Nicolás Ferex y Noemí Rivas, Directora de Cultura de la Municipalidad de Tres Arroyos.
La banda sonora de la obra fue compuesta por el propio Mazzitelli, y contiene además una canción musicalizada e interpretada especialmente para la obra por Jorge Ferrer, sobre un texto original del poeta Hamlet Romeo Lima Quintana.
El estreno de la obra es acompañado por la publicación del álbum “RECUÉRDAME-POST IT” con la totalidad de la banda sonora original que se escucha durante el espectáculo. Este álbum ya está disponible y fue editado principios de Julio, de modo que puede escucharse o descargarse de 17 plataformas digitales, entre ellas YouTube Music, Spotify, Google Play, etc. Cuenta con 14 tracks de los cuales 10 son la totalidad de la música de la obra y en los 4 tracks restantes se incluyen obras creadas por el autor este año y el anterior para eventos culturales, como la Exposición “EXUBERADAS” (España, Argentina), la obra “ARRITMIA” , la obra “QUÉ NOCHE DE CASAMIENTO” , entre otras.
Con una trama ágil e ingeniosa, perfumada aquí y allá de fino humor, y un enigma que deberá ser desentrañando por el espectador hasta un sorprendente final, “RECUERDAME-POST IT” , con Silvia Meleiro, Jorge Ferrer y Andrés Mazzitelli se perfila como una propuesta teatral imperdible.
Estreno DOMINGO 18 DE AGOSTO, 19hs en el Centro Cultural La Estación.
Entradas anticipadas a la venta durante la semana previa, en el mismo Centro Cultural, y el día del estreno media hora antes de la función.